Nacer en una casa con canciones, con música diaria y alegría, debe ser el motivo por el que toda la familia, los hermanos en pleno, estamos siempre dispuestos a cantar y a bailar. Cierto es que la vida va pasando y va disminuyendo nuestras facultades, pero siempre nos quedan las suficientes para entonar los himnos que nos unen y nos dan fuerzas.
Es una suerte tener estos hermanos. Por todos ellos levanto mi copa y mis canciones. A todos ellos, gracias.
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